Reptiles

Reptiles del Parque Nacional Radal Siete Tazas: pequeños habitantes del bosque y la roca

El Parque Nacional Radal Siete Tazas, ubicado en la precordillera andina de la Región del Maule, es un verdadero refugio de biodiversidad. Aunque sus cascadas y bosques suelen robarse la atención, los reptiles que habitan en este parque también merecen protagonismo. Son especies adaptadas al clima de montaña, a la vegetación nativa y a los suelos rocosos del sector. Si eres observador y caminas con calma, podrías encontrarte con algunos de estos escurridizos habitantes.

Lagartija de Darwin: una especie única de Chile

Una de las especies más representativas del parque es la lagartija de Darwin (Liolaemus darwinii), un reptil pequeño y ágil que suele tomar el sol en las rocas o moverse rápidamente entre la hojarasca. Es endémica de Chile y Argentina, y se adapta bien al clima de altura. Sus colores varían según el entorno, ayudándola a camuflarse frente a depredadores como aves rapaces.

Lagarto llorón o lagarto de cuatro ojos

Otra especie que podría sorprenderte en tu caminata es el llamado lagarto llorón (Diplolaemus darwinii), conocido por las manchas oscuras cerca de sus patas traseras que parecen ojos falsos, una estrategia de defensa contra los depredadores. Este lagarto es más robusto que las lagartijas comunes y se puede ver en zonas pedregosas y abiertas del parque.

Culebras y reptiles poco visibles

Aunque no es común verlas, en algunos sectores del parque también habitan culebras chilenas no venenosas, como la culebra de cola larga (Philodryas chamissonis), que forma parte del equilibrio del ecosistema. Estas serpientes son tímidas y no representan peligro para los visitantes.

Importancia ecológica de los reptiles

Los reptiles del Parque Nacional Radal Siete Tazas cumplen funciones esenciales en el ecosistema. Controlan poblaciones de insectos y pequeños roedores, y a su vez, son presas de aves, zorros y mustélidos. Verlos en su entorno natural es señal de que el ecosistema está saludable y en equilibrio.


Los reptiles del Parque Nacional Siete Tazas pasan desapercibidos para muchos, pero son parte clave de la riqueza natural del parque. Para observarlos, se recomienda caminar en silencio por los senderos, prestar atención a zonas soleadas, muros de roca y bordes de sendero. No los toques ni intentes atraparlos: observar sin interferir es la mejor forma de valorar su presencia.

Ya sea que visites el parque con interés científico, fotográfico o simplemente por amor a la naturaleza, saber que estás en un entorno donde la biodiversidad está viva hace que la experiencia sea aún más significativa.


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